Qué Me Digo
Cuando comenzamos el proceso de sanación iniciamos un viaje
introduciéndonos en la historia de nuestro clan, para algunas personas
puede ser muy agotador generando un gran barullo en la mente y es
normal que eso suceda pues nos estamos ordenando interiormente,
acomodando algunas piezas que por décadas estuvieron atrapadas, ocultadas
o pendientes y movernos del estanque puede provocar que otros
se enfaden causándonos una sensación de exclusión. Claro está que no
todo viene de nuestros ancestros, sino que los hay propios nuestros que
hemos ido construyendo.
Nacemos inmersos en un sistema familiar que determinará gran
parte nuestra vida, la mayoría de nuestros problemas en la que tratamos
de resolver o enfrentar una situación personal y no podemos, provienen
desde la historia de los ancestros hasta nuestros días y con la relación
que tengamos con nuestra familia ya desde pequeños adaptamos respuestas
automáticas y soportamos cargas que tendrán gran relevancia
en la adultez. Estos patrones mentales se repiten a lo largo de nuestro
desarrollo hasta que los identificamos y podemos modificarlos, apreciando
la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás,
todo está relacionado intrínsecamente con lo que llevamos dentro y
nos delatará nuestra percepción. También pudimos adquirir patrones
positivos a medida que crecíamos, sintiéndonos capaces con personas
que nos alentaban nos amaban y ayudaban con nuestra autoestima por
decirlo así, preparados para sortear las dificultades, claro que nadie sabe
lo que nos deparará la vida, es de suma importancia el entorno donde
hayamos crecido.
Debes saber que vales mucho más de lo que puedas creer, sigue lo
estás haciendo muy bien a tu ritmo, con tus heridas cicatrizando, poco a
poco lo estás logrando, eres luz alumbrando la oscuridad, lo mejor está
en camino.
Expresar y aprender a gestionar las emociones permitiendo que las
cosas fluyan, al sanar nuestras heridas emocionales creamos una mejor
vida en diferentes aspectos. Y quizás seas una de esas personas que se
aísla del mundo a raíz de tantas heridas y cicatrices, tal vez dentro de tu
clan hubo o hay mucha basura que limpiar y claro que no es tu responsabilidad
y nadie está diciendo que debes ir a acomodar o purificar todo
y aquí no ha pasado nada, seguramente habrás notado que muchas situaciones
se repiten o alguna enfermedad te está expresando algo. Evadir
no es lo mismo que alejarse, puedes perdonar y comprender desde otra
óptica y distanciarte sin necesidad de seguir en un lugar donde no eres
bien recibido o rechazado, puede probablemente que tampoco lo hagan
a sí mismos, el sanar es liberarse y para liberarse es necesario soltar y
perdonar, lo que no significa que vuelva a quedarme en el medio de los
escombros, sino que, ya los “limpié” de mi vida, construí algo con ellos,
lo transformé en un “piso”, resiliencia.
Trabajar en uno mismo puede sonar a que somos culpables, pues no,
es comprender, aprender, desaprender y liberar, el amor propio jugará
un papel primordial, lo ideal es buscar apoyo y quizás creías que no has
tenido suerte con eso de pedir la ayuda, intenta partir de ahora, pero
esta vez sintiéndola sinceramente en tu corazón siendo consciente de que
mereces todo lo bueno, aunque te sea duro de creer al principio. La culpa
hiere y estanca. Cuando una herida se infecta nuestro médico la limpia,
nos inyecta antibióticos, la cuida y va curándose nuestro cuerpo evitando
males mayores, cuando tenemos heridas en el alma el proceso es similar
solo que dependerá de nuestra cura interna y las herramientas que utilicemos.
Quiero hacer un paréntesis aquí, los síntomas suceden después
de los sucesos que me producen emociones cuándo la enfermedad está
relacionada con ellas, pero no siempre una enfermedad está relacionada
con ellas, es vital acudir al médico es quien sabe cómo es tu cuerpo
dónde está afección, el control, los chequeos, tomar conciencia de esto
e incorporarlo a nuestra vida, está bien comprender porque me suceden
ciertas cosas y trabajar en ellas, creo que van de la mano aunque una
de las dos partes no le guste lo que digo, sería fantástico que llegue el
día en que realmente trabajen en conjunto todos, claro que con personas
preparadas e idóneas en el tema, después cada uno tomará la decisión de
lo que siente o lo que crea conveniente así como tomar un medicamento
o algo natural, cada uno es responsable de su propia elección, cierto que
en ese camino también puede haber errores humanos de ambas partes.
Decirse ciertas afirmaciones positivas ayuda a reducir las hormonas
del estrés: adrenalina y cortisol, favoreciendo el estado de relajación y
la secreción de las hormonas de la felicidad: las endorfinas, tratarse con
amor y respeto por sobre todos y todo, comprender que no soy salvador
de nadie, cada persona debe transitar su camino y aceptar la responsabilidad
de su vida, confiar en el proceso.
(Autor: Teresa Namasté, páginas de su nuevo libro “ Qué Me Digo¨, disponible en junio 2025)