domingo, 18 de mayo de 2025

Cuando comenzamos el proceso de sanar nuestra vida, pareciera que nunca termina



Qué Me Digo

Cuando comenzamos el proceso de sanación iniciamos un viaje

introduciéndonos en la historia de nuestro clan, para algunas personas

puede ser muy agotador generando un gran barullo en la mente y es

normal que eso suceda pues nos estamos ordenando interiormente,

acomodando algunas piezas que por décadas estuvieron atrapadas, ocultadas

o pendientes y movernos del estanque puede provocar que otros

se enfaden causándonos una sensación de exclusión. Claro está que no

todo viene de nuestros ancestros, sino que los hay propios nuestros que

hemos ido construyendo.

Nacemos inmersos en un sistema familiar que determinará gran

parte nuestra vida, la mayoría de nuestros problemas en la que tratamos

de resolver o enfrentar una situación personal y no podemos, provienen

desde la historia de los ancestros hasta nuestros días y con la relación

que tengamos con nuestra familia ya desde pequeños adaptamos respuestas

automáticas y soportamos cargas que tendrán gran relevancia

en la adultez. Estos patrones mentales se repiten a lo largo de nuestro

desarrollo hasta que los identificamos y podemos modificarlos, apreciando

la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás,

todo está relacionado intrínsecamente con lo que llevamos dentro y

nos delatará nuestra percepción. También pudimos adquirir patrones

positivos a medida que crecíamos, sintiéndonos capaces con personas

que nos alentaban nos amaban y ayudaban con nuestra autoestima por

decirlo así, preparados para sortear las dificultades, claro que nadie sabe

lo que nos deparará la vida, es de suma importancia el entorno donde

hayamos crecido.

Debes saber que vales mucho más de lo que puedas creer, sigue lo

estás haciendo muy bien a tu ritmo, con tus heridas cicatrizando, poco a

poco lo estás logrando, eres luz alumbrando la oscuridad, lo mejor está

en camino.

Expresar y aprender a gestionar las emociones permitiendo que las

cosas fluyan, al sanar nuestras heridas emocionales creamos una mejor

vida en diferentes aspectos. Y quizás seas una de esas personas que se

aísla del mundo a raíz de tantas heridas y cicatrices, tal vez dentro de tu

clan hubo o hay mucha basura que limpiar y claro que no es tu responsabilidad

y nadie está diciendo que debes ir a acomodar o purificar todo

y aquí no ha pasado nada, seguramente habrás notado que muchas situaciones

se repiten o alguna enfermedad te está expresando algo. Evadir

no es lo mismo que alejarse, puedes perdonar y comprender desde otra

óptica y distanciarte sin necesidad de seguir en un lugar donde no eres

bien recibido o rechazado, puede probablemente que tampoco lo hagan

a sí mismos, el sanar es liberarse y para liberarse es necesario soltar y

perdonar, lo que no significa que vuelva a quedarme en el medio de los

escombros, sino que, ya los “limpié” de mi vida, construí algo con ellos,

lo transformé en un “piso”, resiliencia.

Trabajar en uno mismo puede sonar a que somos culpables, pues no,

es comprender, aprender, desaprender y liberar, el amor propio jugará

un papel primordial, lo ideal es buscar apoyo y quizás creías que no has

tenido suerte con eso de pedir la ayuda, intenta partir de ahora, pero

esta vez sintiéndola sinceramente en tu corazón siendo consciente de que

mereces todo lo bueno, aunque te sea duro de creer al principio. La culpa

hiere y estanca. Cuando una herida se infecta nuestro médico la limpia,

nos inyecta antibióticos, la cuida y va curándose nuestro cuerpo evitando

males mayores, cuando tenemos heridas en el alma el proceso es similar

solo que dependerá de nuestra cura interna y las herramientas que utilicemos.

Quiero hacer un paréntesis aquí, los síntomas suceden después

de los sucesos que me producen emociones cuándo la enfermedad está

relacionada con ellas, pero no siempre una enfermedad está relacionada

con ellas, es vital acudir al médico es quien sabe cómo es tu cuerpo

dónde está afección, el control, los chequeos, tomar conciencia de esto

e incorporarlo a nuestra vida, está bien comprender porque me suceden

ciertas cosas y trabajar en ellas, creo que van de la mano aunque una

de las dos partes no le guste lo que digo, sería fantástico que llegue el

día en que realmente trabajen en conjunto todos, claro que con personas

preparadas e idóneas en el tema, después cada uno tomará la decisión de

lo que siente o lo que crea conveniente así como tomar un medicamento

o algo natural, cada uno es responsable de su propia elección, cierto que

en ese camino también puede haber errores humanos de ambas partes.

Decirse ciertas afirmaciones positivas ayuda a reducir las hormonas

del estrés: adrenalina y cortisol, favoreciendo el estado de relajación y

la secreción de las hormonas de la felicidad: las endorfinas, tratarse con

amor y respeto por sobre todos y todo, comprender que no soy salvador

de nadie, cada persona debe transitar su camino y aceptar la responsabilidad

de su vida, confiar en el proceso.

(Autor: Teresa Namasté, páginas de su nuevo libro “ Qué Me Digo¨, disponible en junio 2025)





 

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